Reclamalia Multipropiedad Opiniones.

El tiempo pasado a menudo se asocia con el olvido, el cual oculta las huellas de algunos individuos sin escrúpulos que iniciaron sus carreras profesionales aprovechándose de las ilusiones de personas que literalmente fueron estafadas con la compra de una multipropiedad. Durante aquellos años, las semanas vacacionales de tiempo compartido se vendían con gran facilidad; las ventas se lograban gracias a estrategias de marketing muy agresivas y a acuerdos con entidades financieras que otorgaban préstamos con gran facilidad. Cualquier persona podía vender una semana de multipropiedad, lo que dio lugar a que numerosos vendedores con el don de la palabra se sumaran a esta tendencia y crearan empresas con el propósito de vender semanas de multipropiedad en los múltiples complejos hoteleros españoles.

«Reclamaría» es otra de las muchas empresas con un pasado oscuro que intenta ocultar bajo el manto del olvido las huellas de mentiras y controversias que generó con la venta y reventa de semanas de multipropiedad. Francisco Claros fue el propietario de varias empresas que comercializaron y revendieron multipropiedades

 El currículum de este individuo es amplio y plantea interrogantes. Es el dueño de varias páginas web, todas ellas vinculadas a proporcionar ayuda a personas afectadas por la multipropiedad, a las mismas personas a las que engañó años atrás. Francisco Claros, en su pasado, trabajó como informático y colaboró con la empresa Realsa España Fue él quien sustrajo la base de datos de dicha empresa, lo que actualmente le permite contactar con propietarios de multipropiedad que nunca antes habían tenido contacto con esa compañía.

Su empresa dirigía a la venta de semanas en diferentes complejos como «Reserva de Marbella», «Ogisaka Gardens», «Parque Denia». Además, también se encargaba de gestionar la recuperación de deudas de socios que no cumplían con los pagos de mantenimiento, lo que llevó a muchos casos a juicio. Lamentablemente, estas situaciones resultaron en el embargo de propiedades de numerosas familias que no podían cumplir con los pagos. Fue responsable y colaborador necesario  de prácticamente vaciar los complejos Holdys Beach Club en Torrevieja y Tierra Mar Golf en Matalascañas, Huelva, a través de falsas promesas, Esta acción dejó a 83 familias sin trabajo y a 1400 socios sin  sus semanas de vacaciones en régimen de multipropiedad.

 El concepto de «ayuda» resulta discutible en este contexto. La ambición financiera de esta persona lo ha llevado a cobrar sumas significativas por procesos judiciales y además  llevándose un porcentaje de los éxitos obtenidos en casos, como por ejemplo en demandas de nulidad de contratos de multipropiedad. En ocasiones, la cantidad que esta empresa cobra supera lo que el propietario demandante recibe. Esta práctica podría ser catalogada como usura, ya que parece aprovecharse de manera excesiva y desproporcionada de la situación de los afectados.

Cualquier demanda de nulidad de un contrato de multipropiedad se formalizará a través de un acuerdo de honorarios basado en un porcentaje. No se abonará ninguna cantidad por adelantado. Si el abogado es verdaderamente competente y especializado en este tipo de asuntos, es consciente de que el caso tiene altas posibilidades de éxito y que la recuperación de fondos será inminente, ya que son los bancos quienes finalmente restituyen los importes.

Otro aspecto relevante que vale la pena destacar es el equipo de trabajo dentro de esta empresa, que incluye caras conocidas que previamente hemos identificado como partícipes en la venta de multipropiedad y en la gestión de algunos complejos. Recientemente, se ha incorporado una nueva abogada que acaba de obtener su licencia y que pretende manejar casos relacionados con la multipropiedad, a pesar de no contar con experiencia previa en este campo. Esto es particularmente preocupante, porque los procesos quizás parezcan simples por existir una jurisprudencia, pero no lo son, si la demanda resulta en contra del demandante, este podría ser condenado a pagar las costas procesales, que podrían ascender a más de cinco mil euros. Esto no solo implica un riesgo financiero considerable, sino que también podría significar el fin de la oportunidad de recuperar el dinero invertido y quedarse atrapado con la multipropiedad de manera permanente, particularmente yo nunca me pondría en las manos de una abogado junior en estos asuntos.

Este es un firme llamado de atención y una crítica hacia esta empresa y su propietario, quien mi opinión, están distantes de proporcionar ayuda genuina a los consumidores que son propietarios de multipropiedades, y en cambio, parecen estar aprovechándose de las dificultades y necesidades de los demás, como han hecho hasta el momento.